La Bella Otero. Carmen Posadas novela la biografía de un mito del siglo XIX
Según la escritora, la vedette gallega perdió 68.000 millones de pesetas en le juego, su única pasion.
Tras haber Ganado el Premio Planeta en 1998 con us última novela Pequeñas Infamias, la escritora hispano-uruguaya Carmen Posadas vuelve al panorama literario con La Bella Otero, un libro a medio camino entre la novela y la biografía.
En este relato, Posadas cuenta a dos voces (la suya propia y la de Carolina Otero) la auténtica vida de este mito de la Belle Epoque a principios del siglo XIX. Una mujer gallega, que se hizo pasar por andaluza, artista y hija ilegítima de Eugenia de Montijo, para borrar su oscuro pasado y estar a la altura de la maxima del momento: haz lo que quieras y difruta.
El lado de mujer opulenta y femme fatale que alcanzó en su estancia en parís vino avalado por el incredible gancho que tuvo para conquistar a sus ricos y poderosos amantes, quienes le ofrecieron sus fortunas sin ningún reparo. Por su cama pasaron Eduardo VII, el zar Nicolás II, el Kaiser Guillermo, Leopoldo de Bélgica, Alberto I de Mónaco y Alfonso XIII. Pronto se ganó el apodo de la Sirena de los Suicidios, ya que siete hombres dejaron una carta el día en que se quitaron voluntariamente la vida confesando que lo hacían por no haber conseguido los favores de la Bella Otero.
El magnate americano William K. Vanderbilt le regaló un yate; un príncipe ruso le entregó una auténtica fortuna para que no le abandonase; y el emperador de Japón le compró una isla. Carolina Otero llegó a ser una de las mujeres más ricas de su época, pero a la vez fue una ludópata sin remedio que dilapidó toda su fortuna en el juego. Según ella misma confesó, sus dos únicos placers fueron ganar y perder. Se calcula que perdió en lso casinos 68.000 millones de pesetas, al cambio actual. Gastó su fortuna a un ritmo de unos 4.600 millones anuales y las pérdidas de una noche podían ascender a 300 millones de hoy.
Detrás de esta vida de lujo que consiguió construirse, subyace la verdadera historia de su infancia, cuando con 10 años fue violada en su pueblo natal, por lo que quedó estéril y estuvo a punto de morir. Fue repudiada por su familia y por sus vecinos y a los 12 años huyó pára siempre con un grupo de titiriteros. Más tarde, su propio descubridor en marsella, el cazatalentos Ernest Jurgens, acabó suicidándose al no conseguir el amor de la Bella Otero.
Para borrar su pasado, la Otero no volvió a acordarse jamás de su pueblo natal. Sólo mantuvo correspondencia con el cura Garrandán, al que enviaba dinero y vestidos de sus actuaciones para que se los diese a los pobres. Según luego aberiguó la autora del libro, el párroco utilizó los vestidos para vestir a los santos de la iglesia.
Carmen Posadas aseguró en rueda de prensa que eligió hacer un género híbrido para contar la vida de esta mujer porque no quería realizar ni una novella romántica ni una biografía a modo de autopsia. “Además, tuve que hacerlo a dos voces, la suya y la mía, porque ella era tan sumamente mentirosa que la labor de investigación fue muy difícil y no sabía qué partes de las diferentes biografías que se habían escrito sobre ella eran verdad o mentira”, afirmó.
Posadas confesó que decidió escribir sobre esta mujer cuando supo que se había retirado de los scenarios a los 46 años para que la gente no viese cómo perdía su belleza, para preservar el mito. “Yo también tenía 46 años cuando empecé a escribir el libro y me interesó mucho esta decision ante la vejéz y la decadencia, ya que a mi tampoco me gustan y no entran en mis planes”, aclaró.
La autora explicó que la novela comienza el día en que la Otero, con 97 años y recluida en un modesta pension de Niza, piensa que va a mori de recuerda sus años de esplendor y su decadencia, porque le interesaba reflejar como se vive la decadencia después de haber sido un mito.