Así fue la entrega de los premios Cavia 2022
El Mariano de Cavia, el Luca de Tena y el Mingote recayeron en Andrés Trapiello, en Inés Artajo y en Emilio Morenatti
El Rey defendió el pasado jueves la importancia de la profesión periodística «en un contexto muy exigente en el que, por la magnitud y complejidad de los retos, está demostrando ser muy necesaria, imprescindible». Un ejercicio complejo, donde los medios de comunicación «han de permanecer especialmente contundentes y consecuentes cuando la calidad democrática se ve amenazada, se resiente o degrada» y que deben tener a «los lectores como guía prioritaria». Felipe VI advirtió que «las democracias, sobre todo en tiempos de incertidumbre, siguen precisando de un periodismo libre, comprometido con la verdad, que sea valiente y se mantenga firme». Para ello, destacó que los medios «asumen también una necesaria exigencia de ética pública» que pasa por transformar la información en «un producto de calidad, profesional y equilibrado».
«Los periodistas sois un bastión ante la presión de cada hecho noticioso. Y cada palabra que empleáis debe ser siempre una verdad que deje cicatriz. Porque el rigor, la exactitud y el alma de un periodismo noble son al periodista lo que una metáfora es a un poeta, o un escalpelo a un cirujano», expresó Don Felipe, quien acudió a la sede de Vocento para entregar los premios más prestigiosos y con más solera del periodismo español: el Mariano de Cavia, el Luca de Tena y el Mingote, que recayeron en el «ingeniero de la palabra» Andrés Trapiello, en «la primera directora del ‘Diario de Navarra’» y con una «trayectoria de casi 45 años al servicio del periodismo de proximidad» Inés Artajo y en el reportero gráfico Emilio Morenatti, quien se enteró de que había ganado el premio en Irpin, Ucrania, «apegado con su cámara a la tragedia de la guerra».
En esta 102ª edición de estos premios, Don Felipe disculpó la ausencia de la Reina Letizia, quien el pasado martes dio positivo en covid. Afirmó el Rey que «ante los enormes desafíos que afectan a la prensa y que evolucionan de manera constante, hay principios y códigos que permanecen –deben hacerlo– inalterables», como son «el compromiso, la profesionalidad y la vocación». Los premiados de esta edición «son un buen exponente de ello».
Don Felipe insistió en que nos encontramos «en un contexto irreversible de digitalización, de nuevos lenguajes, de géneros periodísticos diferentes, y de creatividad en busca de un modelo sostenible de negocio. También de nuevos públicos y lectores que entienden una dialéctica diferente del periodismo». Remarcó que «son tiempos duros» y animó a todos a «redoblar los esfuerzos para evitar que se generen brechas entre los medios y la sociedad, favorecer la autogestión editorial, y ganar en credibilidad». «A una actualidad sin descanso solo puede seguirle un Periodismo sin descanso», constató el Rey ante un auditorio de casi 150 invitados y antes de volver a la mesa presidencial, donde contó con la compañía del presidente de Vocento, Ignacio Ybarra, entre otras personalidades.
Fue la decimotercera ocasión en la que el Rey entregaba los premios Cavia –«con los que ABC agradece y honra al mejor periodismo»–, en una ceremonia que contó con el patrocinio de la Universidad CEU-San Pablo y Unicaja Banco.
Referentes del periodismo
El turno de los protagonistas de la noche llegó después de la intervención del presidente del jurado, Santiago Muñoz Machado. En su alocución, Andrés Trapiello, ganador del Cavia por el artículo ‘Tal día como hoy’ –publicado en ‘El Mundo’ el 24 de diciembre de 2021– abordó el tema de la memoria, tan de actualidad. Citó a Chaves Nogales y afirmó que «el principal enemigo de la verdad es la ficción, principalmente esa de recordar por otros o de recordar lo que nunca ha sucedido». En opinión del premiado, «naturalmente que ha de repararse a las víctimas, pero la mayor delicadeza no es reparar a unas agraviando a otras, no es recordar lo que no ha sucedido o solo una parte en nombre de la reparación y de la democracia. Al contrario. Así es como se debilita a la democracia».
Trapiello confesó que escribió hace 23 años otro artículo que presentó al jurado de este mismo premio porque su padre acababa de fallecer y quería «resarcirle de alguno de los disgustos» que le dio en su juventud. Y su padre fue también el motivo por el que escribió el artículo por el que ayer recibió el galardón. «El premio es como si me lo hubierais dado dos veces, y por ello mi gratitud es doble. El asombro, siendo el mismo de entonces, también es doble», concluyó.
La premiada con el Luca de Tena, Inés Artajo, una de las pocas mujeres que ha estado al frente de un diario impreso –el ‘Diario de Navarra’, donde en 43 años estuvo 16 como directora y fue también cronista política y entrevistadora en profundidad, además de combatir el terrorismo de ETA y afrontar la gestión de la pandemia–, dijo con orgullo que es «una periodista de provincias» y reivindicó que «la dignidad de este oficio se ejerza en cualquier redacción, pequeña o grande». «La dignidad no se regala. Es la cualidad del que se hace valer y se comporta con responsabilidad, seriedad y con respeto hacia sí mismo y hacia los demás, y añade la Real Academia, no deja que lo humillen ni lo degraden», afirmó. Por ello, este oficio «exige humildad, requiere soledad, impone una mirada limpia, lejos de prejuicios, necesita curiosidad infinita, reclama valor frente a las imposiciones y presiones, demanda serenidad y templanza, precisa fortaleza y pide modestia y ejemplaridad».
Emilio Morenatti, que recibió un Pulitzer la semana pasada, fue premiado con el Mingote por su fotografía publicada en ‘XL Semanal’ el 21 de noviembre de 2021. Aunque recogió el premio su hermana María Ángeles Fernández Morenatti, él hizo llegar un vídeo desde Estados Unidos para agradecer el galardón. Morenatti recordó que estaba cubriendo un funeral en Ucrania, «fotografiando a una niña de 9 años –de la misma edad que mi hija– que estaba llorando sobre la tumba de sus abuelos, que murieron calcinados en su casa, incendiada por un bombardeo ruso». Destacó «la importancia del fotoperiodismo en estos tiempos convulsos, donde la desinformación, el negacionismo y las noticias falsas desafían la credibilidad y la reputación del periodismo».
Antes de dar comienzo la cena, que se sirvió en el jardín y se alargó hasta pasada la medianoche, el presidente de Vocento, Ignacio Ybarra, afirmó que hoy en día «el periodismo mantiene sin duda toda su vigencia»: «Vivimos tiempos muy complejos, bastante difíciles, en los que informar con rigor y opinar con solvencia siguen siendo un bien de primera necesidad». Ybarra agradeció al Rey Felipe su asistencia a los premios: «Su presencia aquí en estos tiempos complicados pone de manifiesto el empeño por distinguir la excelencia dela profesión periodística, que hoy simbolizan nuestros premiados».
Esta edición e los Cavia reunió a personalidades del mundo de la cultura, la política, la empresa y el periodismo, entre las que se encontraban la ministra de Política Territorial y Portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez; el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; y el presidente de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, Alfonso Bullón de Mendoza. El presidente de Vocento, Ignacio Ybarra, cerró el acto con el tradicional brindis por el Rey.
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Hola Carmen, Compatriota,
El Cervantes aggiornado al castellano actual, es una maravilla, mas que recomendable. Un Grande Trapiello.
Saludos Uruguayos , desde Linz- Austria