Carmen Posadas, cita en Llanera: “El ‘sexpionaje’ es una de las armas más útiles para sacar información”
La escritora presentó en las jornadas de novela negra “Llanegra, la obra “Licencia para espiar”, un repaso a la historia de los servicios de inteligencia
“Licencia para espiar” es un recorrido detallado por la historia del espionaje que la escritora Carmen Posadas presentó este martes en las Jornadas de Novela Negra “Llanegra”, extensión de la Semana Negra de Gijón, que se celebran en los exteriores de la biblioteca municipal de Lugo. El libro es una evolución cronológica en la que se cuelan interesantes historias de espías reales que desgranó junto al escritor y exdirector de prisiones Manuel Avilés.
“Se manifiesta como una mujer enciclopédica, no es en absoluto una ‘aventurilla’ que se le ocurre al escritor y la cuenta de golpe, es una mujer con un conocimiento y una sabiduría desbordantes”, dijo Avilés de Posadas. El escritor también presentó sus últimos libros, “De prisiones, putas y pistolas” y “El gato tuerto”, junto a Ricardo Magaz, quien llevó su título “Quinto mandamiento”.
Posadas manifestó que su interés por el espionaje surge a temprana edad, ya que vivió en la Unión Soviética, donde su padre era diplomático. Todo aquello conformó el interés por los servicios de inteligencia que le ha llevado a escribir “Licencia para espiar”.
El libro lleva al lector a un paseo histórico sobre el mundo del espionaje, desde el Antiguo Egipto hasta el presente, pasando por la Edad Media. “Un manual de historia”, apuntó Avilés, quien, tirando de una de las frases de la obra, dio pie a Posadas para relatar una de las historias que hay en el libro. La frase es: “La cama es útil y productiva para los espías”. Posadas la explicó por extenso: “El ‘sexpionaje’, utilizar el sexo para obtener información, es una de las armas más útiles que hay. Cuando lo hace un hombre, queda muy bien; como James Bond, que va de cama en cama espiando para Su Majestad; cuando lo ejercen las mujeres, el nombre es distinto”, denunció.
Al hilo de ello, comentó que en plena guerra fría la Stasi de Alemania Oriental usaba “romeos” que mandaba a la parte occidental para sacar información a las secretarias de políticos o empresarios. “Después de la II Guerra Mundial había más mujeres que hombres, muchas se quedaron viudas o solteras y llegaban estos hombres que les regalaban flores, chocolates… que les decían: ‘Mira, te acompaño mientras acabas de trabajar y me leo mientras tanto el periódico’. Y lo que hacían era fotografiar todo. Tiempo más tarde llegaba a casa de la señora la policía a detenerla por haber colaborado con la Stasi”, relató Posadas.
“Este libro, lo que hay que hacer es coger y leerlo”, afirmó Avilés tras la anécdota, y dando paso a comentar otra de las partes del libro, dedicada a las trampas de miel o comedoras de veneno. “Jamás me hubiera atrevido a imaginar semejante cosa, pero la realidad supera a la ficción”, aseguró la autora antes de explicar qué hacían estas mujeres en la India. “Desde pequeñas les iban dando venenos para que se inmunizaran, se convertían en bombas venenosas ambulantes y las entrenaban, sabían idiomas, tocaban instrumentos, bailaban para seducir a los hombres”, explicó.
Posadas mentó el asesinato de Julio César, quien, pese a los consejos de sus espías, acudió al Senado, donde le mataron. “Él va porque la soberbia anula la inteligencia, es curioso que él, que confiaba tanto en el espionaje, en el momento decisivo de su vida no les hace caso”. Posadas también habló de una de sus espías favoritas de la historia, la gallega María La Balteira, quien decide no casarse y se convierte en juglar y llega a tener relación con el rey Alfonso X, que le encomienda una misión para salvar el trono. También tuvo palabras para la espía más famosa, Mata Hari: “Es como si ahora se descubre que Madona, Beyoncé o Rosalía son espías”. Fue una entretenida y dinámica presentación de “Licencia para espiar” que dio paso a Avilés y a Magaz para que presentaran sus últimos libros.
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