Carmen Posadas regresa a la novela histórica con El testigo invisible
La escritora Carmen Posadas regresa a la novela histórica con ´El testigo invisible´ (Planeta), un retrato de la dinastía de los Romanov durante las dos primeras décadas del siglo XX, un periodo histórico convulso en el continente europeo. Para ello, la autora ha tenido acceso a documentos inéditos que desvelan aspectos desconocidos de la familia imperial rusa.
El protagonista de este relato es Leonid Sednev, un hombre de 92 años que, en su lecho de muerte, cuenta lo que vivió entre 1912 y 1918, un tiempo en el que trabajó como deshollinador en el palacio Aleksandr, donde vivían los zares de las Rusias con sus hijos.
«Esta es una historia de arriba y abajo, sobre la vida de los señores y la vida de los criados», ha señalado la escritora en declaraciones a Europa Press. Por ello, a diferencia de otras novelas, aquí se muestra un «punto de vista interesante», el de aquellos «testigos invisibles» de todo lo que ocurre, «la intrahistoria» de lo que se conoce, en palabras de Posadas.
En su trabajo de investigación, la autora de este libro encontró documentos que sacaban a la luz «romances», así como una nueva versión sobre la muerte de Rasputín, escondida en los documentos desclasificados en Reino Unido.
«Los servicios secretos británicos sabían que Rasputín estaba muy en contra de que Rusia estuviera en guerra, y pensaban que si Rusia salía de este conflicto los batallones se volverían hacia el frente aliado», ha explicado la escritora.
Cuando leyó el diario del Zar se dio cuenta de la «enorme paradoja de la historia», ya que Rasputín no fue consciente de lo que estaba ocurriendo. «El día que estalló la revolución él estaba pensando en jugar al dominó. Qué increíble es como uno puede no ser consciente de lo que ya tiene encima», afirma.
DOCUMENTOS INÉDITOS
Para Posadas, todos los documentos consultados, entre los que se incluyen diarios de los zares y de sus hijas, han sido vitales, ya que considera esencial conocer bien el contexto de estos sucesos, «desde aquello que se comía, hasta qué juegos de cartas se jugaban».
Tal y como indica su título, el protagonista de esta historia es testigo de conversaciones y escenas que más tarde pasarán a formar parte de la historia. Entre ellas, Posadas narra el momento en el que Leonov ve cómo unos hombres tiran al río un bulto: el cadáver de Rasputín.
La autora de ´La Cinta roja´ y ´La Bella Otero´ regresa a la novela histórica de nuevo, un género que le gusta más «a medida» que envejece. Su anterior relato fue policíaco, pero admite que le gusta la investigación, ya que le permite profundizar en los sucesos que le interesan.
Fuente: europapress.es