Carmen Posadas no se dejó ayer nada en el tintero durante la presentación en las Tertulias del Campoamor de su último libro “La maestra de títeres”. Un acto organizado por la Fundación Municipal de Cultura en colaboración con LA NUEVA ESPAÑA. Posadas lo contó todo salvo el final para no hacer “spoiler”. Fue generosa con el público que llenó el patio de butacas para conocer de primera mano los entresijos de la sociedad madrileña de los útimos sesenta años. La capital de España es el escenario de su novela, una historia que describe a la vida de Beatriz Calanda, reina del papel couché y con una ajetreada vida amorosa. Su familia, amigos, vecinos, parejas, restaurantes, bares de copas preferidos y hasta la música que escuchaba aparecen en el texto como un reflejo del Madrid de los años cincuenta hasta nuestros días.
La propia autora conoció a muchos de los personajes reales que, como en las películas, hacen cameos en el texto. Por ejemplo, a Luis Miguel Dominguín, al que describió como un ligón empedernido. “Lo conocí cuando yo estaba escribiendo otro de mis libros. Era un hombre que se enamoraba de todas, te creías que moría por tus huesos cuando te miraba a los ojos. A lo mejor se enamoraba diez minutos o cuatro años. No lo sé”, contó Posadas en un clima de total confianza durante una charla conducida por la directora del Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ASTURIANA, María José Iglesias.
La escritora uruguaya desveló también cuál fue su inspiración para escribir “La maestra de títeres”. La idea se le ocurrió al releer hace dos veranos “La feria de las vanidades”, de William Makepeace Thackeray. La descripción psicológica de los personajes y la sátira sobre la sociedad inglesa de principios del siglo XIX le animaron a hacer algo parecido con el Madrid del XX y del XXI.
La protagonista de su novela, es la mezcla de varias mujeres reales del mundo del corazón. “Se parece a muchas, pero no a una en concreto”, aclaró Posadas despejando dudas. Sin embargo, admitió que usó experiencias personales para crear a la antagonista de Calanda, llamada Ina y que llegó a España del extranjero: “Legué a Madrid con mi familia en 1965. Una época en la que Uruguay estaba más adelantado que España en muchos aspectos”. Entre los primeros recuerdos que Posadas guarda de entonces destaca la pregunta que una mujer le hizo a su madre: “Y bueno, ¿Carmen ya anda con pollos?”, en referencia a si salía con algún chico. “Yo aluciné porque no entendía nada”, explicó la escritora despertando las risas del público.
La línea narrativa de “La maestra de títeres” entrelaza historias hasta mostrar una visión global de la posguerra, la transición y el presente. El trabajo previo fue vital para conseguir un relato sólido y lo más fiel posible a la historia española pese a alguna que otra licencia literaria., tal y como contó la autora.“Me costó mucho documentarme para esta novela. Acudí a diferentes fuentes. Vi mucho cine de Berlanga y Buñuel para dar con la forma exacta de hablar en el Madrid de los años cincuenta y de las diferentes generaciones”.
Entre las sorpresas de la velada estuvo el origen asturiano de Posadas, que reveló su apellido procede de Oviedo: “Al parecer soy asturiana. Tengo antepasados oriundos de esta ciudad”.