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«Al misterio de las novelas nórdicas le falta humor; son tochos de tragedia tras tragedia»
Ocho invitados en un yate invitados por una anfitriona que ha preparado su propio asesinato. Esa es la base de la nueva novela de Carmen Posadas, quien rinde homenaje a los clásicos del género de misterio, defiende el humor para contar cosas muy serias, y se declara escéptica ante la política, fuera del famoseo, pero sensible ante las modas literarias
-´Invitación a un asesinato´ es también un tributo a los novelistas más reconocidos de misterio.
-Sí. Es un homenaje a Agata Christie, pero también a Hitchkock y a Conan Doyle, a los clásicos. Porque están muy de moda ahora las novelas nórdicas, pero les falta algo fundamental que sí tienen los autores anglosajones, el sentido del humor. Además, la novela sirve para retratar una sociedad y al mismo tiempo exponer la falta de valores.
-¿Qué le parece el fenómeno espectacular de ´Milenium´?
-Está esta obra y la película ´Déjame entrar´, pero les falta ese humor. Son unos tochos de un montón de páginas, en las que hay tragedia tras tragedia.
-En la presentación de su libro en Madrid llamó a sus amigos. ¿Por qué no a sus enemigos? ¿Tiene muchos, porque el mundo de la literatura no es fácil?
-No tengo. Me preguntan ahora a quién invitaría yo a mi asesinato y respondo que no lo se. La verdad es que no soy nada rencorosa.
-¿Cómo surgió el personaje de Olivia Duarte, que decide escenificar y preparar su asesinato? Usted dice que se parece en realidad más a la hermana de la protagonista, Ágata.
-Me interesaba escribir algo con dos hermanas, porque la relación literaria es interesante, y es además la familia los primeros con los que nos comparamos, son lo más próximo. Hay muchos sentimientos encontrados, mucha rivalidad. Es la historia de la hermana guapa y la fea, y yo se muy bien lo que se siente porque he sido el patito feo de mi familia.
-Es cierto que las dobles lecturas contenidas en sus novelas aporta mucho más interés. ¿Cree que falta precisamente eso en muchas novelas de entretenimiento?
-Sí. Aquí se habla de cosas terroríficas, de niños robados de la maternidad, que adoptan niños y los devuelven, de la eutanasia, pero también de la homosexualidad, y todo ello envuelto en el humor, porque como se dice, es la mejor manera de hablar de las cosas serias.
-Hay algunas cosas poco serias, como la política. Usted ha declarado siempre que no le atrae demasiado este mundo.
-Sí. Yo formo parte de esa gente desencantada con unos y otros. No te crees nada, piensas que lo van arreglar pero se pelean entre ellos. Me gustaría encontrar alguien con mensaje positivo, como el de Obama, aunque también mete la pata a veces. Me gustaría ese toque de esperanza.
-Y otro ´circo´ que conoce y del que ha huido siempre es la prensa del corazón.
-Hace tiempo que me salí del famoseo. Siempre piensas que se llega al colmo, pero no es así y hay algo peor. Creía que la crisis serviría para poner un poco de orden en los valores, pero de momento no se ha producido. La crisis es por eso profunda y frustrante, no se solucionada nada, y tampoco han cambiado los valores
-Con los años que lleva en España, ha comentado que alguna vez le llamaron ´sudaca´ por escribir determinadas cosas. ¿Cómo ve eso y el fenómeno de la inmigración? ¿Habrá integración definitiva?
-España es el país menos racista de los que conozco. En Inglaterra o Estados Unidos hay mil veces más racismo. Pero cuando escribo en el Semanal tengo mucho cuidado por escribir determinadas cosas. Por eso escribo poco sobre política. Me han llegado a decir que si no me gustaba algo me marchara a mi país. Respecto a la inmigración en otros países estás más avanzada su integración, pero confío mucho en los rasgos propios de los españoles y veo en los colegios una esperanza de integración. Cuando una familia adopta a una niña negrita, el racismo desaparece, y ese parece un buen camino.
-Volviendo a la literatura. ¿Le afectan a la hora de escribir las modas o preferencias de determinados géneros, como la novela de misterio o la histórica?
-Tendría que decir que no pero realmente sí que me afecta. Hay que tener en cuenta que se ha incorporado al mundo del sector una gran cantidad de gente que antes no leía, y eso no puedes ignorarlo. Los libros se venden ahora para un lector medio. Ya no se producen obras como ´El nombre de la rosa´. Los fenómenos editoriales son Larson y sus amigos.
-¿Piensa que el libro electrónico llegará a asentarse?
-No hay que poner puertas al campo, pero el libro que conocemos es un invento perfecto, puedes ir para atrás o para adelante, subrayar…. Se crea una relación afectiva con el libro, y además a mí me gusta guardarlos en mi biblioteca… ¡Cómo huele! Creo que es un objeto perfecto, aunque es cuestión de tiempo que se imponga el electrónico, pero tiene que parecerse mucho más al libro actual.
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