Lo último sobre “El misterioso caso del impostor del Titanic en radio, prensa, podcast y redes
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He de confesar que es la primera vez que leo una novela suya, y seguro que no será la última. El misterioso caso del impostor del Titanic, me ha fascinado, no sólo por su argumento. Por la trama, que mantiene al lector intrigado, desde el primer al último capítulo, por los diálogos tan bien conseguidos, la descripción de los espacios donde se desarrolla la novela, y sobre todo, por el análisis psicológico de los personajes. En este sentido, Emilia Pardo Bazán se anticipó con Ignacio Selva, en su relato corto “la gota de sangre”, al célebre Hércules Poirot de Agatha Christie, “poniendo a trabajar sus células grises”. En su novela también me causó una grata impresión, La inclusión de Benito Pérez Galdos, mi ilustre paisano, junto a expresiones tan canarias como “mi niño, mi niña”, la “guagua”, que nos relaciona con Cuba, isla a la que estamos históricamente muy unidos. Del Titanic, que más se podría añadir. La tragedia fue inevitable, el destino que no está en nuestras manos. Estudios recientes, la achacan a la refracción de la luz, en una noche muy clara. Los vigías de proa, confundieron la distancia a la que se encontraba realmente el iceberg. Cuando se dieron cuenta, lo tenían encima. La maniobra de esquiva, ciar (marcha atrás) para frenar el barco, no fue la adecuada, porque el timón no responde con eficacia. Quizás, si hubiese seguido su marcha girando un poco a estribor, hubiese evitado el roce con el bloque de hielo. Simple conjetura. Mi más sincera felicitación por esta obra maestra. Gracias y saludos,