«Los escritores somos espías, observamos desde la barrera»

Una de las figuras literarias y cinematográficas que más nos fascina es la del espía. Y de espías trata el nuevo libro de Carmen Posadas.

‘Licencia para espiar’ habla de las mujeres que se dedicaron al peligroso arte del espionaje. «Cuando el sexo se usa para el espionaje se llama sexionaje», señala.

La escritora explica que, en ese sentido, existen dos modelos. Cuando es el hombre espía el que va saltando de cama en cama se le llama ‘romeo’ y cuando lo practican las mujeres tiene otro nombre «menos romántico»: gorriones o golondrinas, pero «igual de necesario», asegura.

Carmen conoce el espionaje de primera mano ya que su padre estuvo destinado en la embajada de Moscú a principios de los años 70, y ella y su familia vivieron rodeados de micrófonos y cámaras.

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