Nos llevaríamos de consorte a Albert Rivera

Amigas desde hace tiempo han escrito al alimón ´Usted primero´ (Espasa), una guía elaborada para que no te pille el toro en situaciones cotidianas o adversas. En esta entrevista hemos reído, sobre todo, y hemos llegado a varias conclusiones, una de ellas es que dejar a alguien por Whatsapp es de cobardes y cutres. Menudas maneras las que se gasta el personal en estos tiempos, por favor, un poco de cordura.

Venía estresada, no sabía qué ponerme para la entrevista y estar acorde con vuestras premisas. (Reímos)

Las dos: Pues vienes estupenda y muy natural, que es como hay que venir. Hay que encarar las cosas con naturalidad.

¿Cuándo deja la naturalidad de tener buen gusto?

M: Cuando faltas el respeto a los demás, ahí está el límite.
A partir de ese momento pasa a ser mala educación.

¿Qué debemos decirles a esos hombres que creen que ir muy ajustadas es sinónimo de ser bellas?

C: ¡Ah! ¿Hay hombres que dicen eso? (Reímos) Hay vida más allá de ajustamiento, eso les diría.

¿Con los años hemos perdido las buenas formas?

C: Vivimos en una época que es la resaca de otra época muy estricta que estaba llena de normas. Como consecuencia de eso nos hemos vuelto al otro extremo: al me da igual todo, voy en chancletas, no saludo, soy auténtico y hago lo que me da la gana… Pero ni tanto, ni tan calvo. No hace falta ni ser tan rígido, ni ser tan desparramado. En el punto medio siempre está la virtud. La educación no es otra cosa que no intentar molestar al prójimo

M: Estamos en un momento de reglas nuevas, con cambios tecnológicos manejados con nuevos códigos. Sigue habiendo buenas maneras, aunque hay menos reglas que antes.

Ay, la tecnología. El otro día leía que había 28 millones de parejas que han roto por culpa de Whatsapp… (Carmen me mira con cara de: ¡¿En serio!?)

M: No me extraña. La tecnología se puede usar bien, mal o regular. Mira, al principio cuando apareció la píldora mucha gente pensaba que nadie tendría hijos o que con el divorcio todo el mundo se divorciaría. Y no, las herramientas, en general, están para usarlas bien y mal.

¿Vosotras la usáis bien o mal?

C: Yo soy poco tecnológica, es más, cuando estábamos escribiendo el libro nos dividimos los temas y a mí la que más trabajo me costó fue la dedicada a la tecnología. No estoy en Twitter, tengo Facebookpero no lo llevo yo… Me pasé la vida llamando a Marta porque tiene hijos pequeños, yo no, mi hija mayor tiene 40 años, es ya una señora, imagínate.

¿Qué es imperdonable en un hombre?

C: No me gusta una persona egocéntrica, que todo gira a su alrededor y que ni siquiera tiene en cuenta tus deseos.
De los que tienen mucho amor que darse, ¿no?

C: Exacto, se quieren muchíiiisimo.

M: O lo que es lo mismo, falta de generosidad, es muy poco elegante. Ser elegante no es ir bien vestido o ser poderoso; la elegancia es no hacer daño a los demás, ser generoso y ser capaz de compartir.

Charlize Theron dejó a Sean Penn haciéndole ´ghosting´, es decir, desaparecer y bloquearle en todas partes. Las maneras, ¿un poco cutres, no?

C: A saber lo que hay detrás, María. Lo que es curioso es que hay gente que deja a sus parejas porWhatsapp. (Reímos) La gente es muy cobarde, así que en lugar de tener una conversación a las claras pues prefiere mandar un mensaje y dejar a las personas hechas polvo. No puedes dejar a alguien por Whatsapp, es lo último, vamos.

M: Pero de ninguna de las maneras. Además, desde luego no puedes mandarle un correo a tu novio con copia a tu mejor amiga, por ejemplo.

¿Os habéis nutrido de vosotras mismas o de vuestra gente alrededor? Habréis preguntado, digo yo.

M: Cuando escribes… eres un cóctel de ti mismo. Observas, vives y te cuentan. Por lo que sí, hay experiencias personales para que sirvan para todo tipo de personas. Aunque no es autobiográfico.

C: Hemos prestado mucha atención a la literatura. El capítulo de la seducción cogimos los consejos de Casanova que son aprovechables. O hemos tomado cosas de Luís Miguel Dominguín o Aristóteles Onassis, ambos grandes conquistadores.

Hablemos de la familia política y el camino de amargura que puede trazarte.

C: Ahora como la gente se divorcia, se casa, tiene hijos de un matrimonio, de otro… Tienes la familia política y la post familia, que son los hijos de tu marido, los hermanos de tus hijos que no son tus propios hijos… Esto requiere, sin duda, mucho sentido del humor. Hablamos de momentos donde estas relaciones se ponen más de relieve, como en una boda, por ejemplo.

Claro, están los momentos locos de cómo colocar a la gente que no se habla entre sí. ¡Qué momentazo!

M: Hay que ser un artista cuando en casa recibes a cualquier persona, no solo a la familia política sino a la tuya propia. Hay que organizar las mesas y ponerles cortafuegos, poner una persona de paz entre dos que siempre discuten.
Imaginemos, llegas a un sitio y hay etiqueta, pero no te han avisado. Y llegas hecha un Cristo, ¿qué hacemos, por Dios?

C: El truco del tuneo, vas a un sitio donde no sabes bien qué te vas a encontrar y puedes llevar en el bolso 2 ó 3 cosas que puedan ponerte en ambiente. Esto es útil para las mujeres que salen de casa a las 7 AM y que tienen un almuerzo, una reunión, un cóctel… debes adaptar el vestido a varias ocasiones. Mira, Marta va perfecta para el tuneo.

M: Yo salgo y no sé cuándo volveré a casa. (Ríen) Si llegas a un sitio y no estás adecuado, es angustioso y complicado de solventar, lo mejor es pasar desapercibido. Siempre prefiero ir vestida de menos, que de más.

Como Britget Jones, ¿no? ¿Qué temas no hablamos en una reunión social? Carmen, en la cena del Premio Planeta la política ni se toca.

C: Mejor al margen y del tema catalán, ni hablar. En el mundo diplomático hay 3 temas intocables: religión, sexo y política. Sin embargo, son los temas más apasionantes.
Y en los que todos participamos de una manera u otra.

M: Claro, es lo que nos une y nos desune. Pero es que si te pones así, no puedes hablar de nada. ¿De qué hablas? Pues del tiempo.

C: Hay una figura que llamamos ´El perfecto impostor´. No es más que aprender 4 ó 5 temas para poder hablar sobre ellos en un ambiente que no controlas bien, pero no decir obviedades o tonterías, cuidado.

M: Todos hemos sido perfectos impostores en alguna ocasión.
Lo mejor es optar por decir la verdad, mi regla es: de lo que no sé, no hablo o pregunto.

C: Sí, es lo más inteligente.

M: Aunque a veces no te puedes permitir ese lujo. No puedes ir a los sitios en blanco, tienes que intentar actualizarte para pasar la noche.

Cuando te invitan a alguna parte y debes ir acompañado, ¿cómo decides a quién llevar?

M: Lo malo es cuando no puedes llevar a tu novio.
Pues muy fácil, es la señal de que debes dejarlo pero ya. A no ser que seáis tal para cual.

C: Sí, sí, esa es la solución.

De los líderes políticos de hoy, ¿a quién os lleváis de consorte?

Las dos: Albert Rivera, que es el que puede encajar en más sitios.

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