Quería contar la verdadera historia de los zares
La escritora estrena nueva novela ´El Testigo invisible´ en la que muestra la vida de los zares a través de los ojos de un niño deshollinador
La nueva novela de Carmen Posadas ´El testigo invisible´ ahonda en la historia de los zares. El relato cuenta la vida de un niño deshollinador que acaba viviendo muy de cerca la vida diaria de los zares y de sus hijos hasta que estalla la revolución y la familia es asesinada. La novela mezcla los hechos históricos y los personajes ficticios en un engranaje perfecto que hace al lector perderse en la Rusia de los zares. Carmen Posadas ha compartido unos minutos con ESTRELLA DIGITAL para hablarnos de ´El testigo invisible´.
En esta novela ahondas en la historia de Rusia y en la etapa de los zares, ¿por qué elegiste este tema? ¿Qué te cautivó?
Yo me casé en Rusia y conozco la mentalidad de los rusos bastante bien. Conocí la etapa soviética y me interesó mucho ver la revolución rusa que había traído el régimen soviético. Toda mi vida había leído sobre este periodo y de repente se me ocurrió contar la verdadera historia de la muerte de los zares, por que se han escrito tantas novelas y han aparecido tantas falsas Anastasias y tantas historias rocambolescas que yo quería plasmar la historia real.
¿Qué has descubierto investigando que te haya llamado más la atención?
Lo que más me ha llamado la atención es descubrir una nueva versión de la muerte de Rasputín. La que ha quedado para la historia es la que contó su asesino, que fue el príncipe Yusupof. Según la versión oficial, a Rasputín lo mató el príncipe y además de una manera insólita, ya que no conseguían acabar con él, primero le intentaron envenenar con unos pasteles y no se moría, luego le dieron vino envenenado y tampoco, después le pegaron cuatro tiros y tampoco y al final le tiraron al río y parece que se murió. Ahora se ha sabido, cuando al cabo de cien años los servicios secretos británicos desclasifican sus papeles, que intervinieron en la muerte de Rasputín. Parece que cuando Rusia estaba en la I Guerra Mundial, los ingleses tenían miedo de que se salieran de la contienda, porque si los rusos firmaban la paz con los alemanes esto perjudicaría a Francia e Inglaterra. También sabían que Rasputín tenía mucha influencia sobre el zar y que estaba en contra de la guerra, por eso pensaban que podía llegar a convencer al zar de salir de la guerra. Tras saber esto, mandaron a sus espías a San Petesburgo y ahí averiguan que hay conjuras en marcha para matar a Rasputín, entonces los servicios secretos empiezan a tutelar la conspiración y están presentes cuando asesinaron a Rasputín.
¿Cómo conociste la existencia y la historia de Leonid?
Es un personaje histórico. Yo sabía que la única persona que salió viva de la casa donde mataron a los zares era un pinche de cocina. El mismo día del asesinato, el verdugo le dijo a este niño que huyera porque le daba pena. Ese niño estuvo presente hasta el último minuto y vivió con los zares. Leonid escribió posteriormente unas memorias que se han perdido, entonces fue cuando me plantee rescribir esas memorias.
¿Qué fue de él?
Hay gente que piensa que murió en las purgas de Stalin y otros dicen que se fue a sudamérica y acabó sus días allí. Yo he tomado esta segunda posibilidad por que soy uruguaya y en Uruguay hay muchos rusos blancos que se fueron después de la revolución, incluso hay un pueblo que es completamente ruso y donde siguen hablando su idioma y manteniendo sus tradiciones, así que es bastante verosímil que hubiera huido a Uruguay. De todas formas, esa parte es la novelada pero el resto es todo verdad.
Te resultó complicado engranar tan perfectamente hechos y personajes históricos y ficción?
Ese es el reto cuando escribes una novela histórica, que los personajes reales parezcan tan de carne y hueso como los que inventas y estoy teniendo mucha suerte porque todo el mundo me ha dicho que efectivamente parecen de carne y hueso. No quería mostrar a los personajes malos malísimos, ni buenos buenísimos, que es algo que ahora pasa mucho en la literatura, yo quería que fueran como son en la vida que tienen su parte buena y su parte mala, y que fueran personajes con claro oscuros, con contradicciones y que el bueno meta la pata y el malo tenga un momento glorioso.
¿Cuánto tiempo te ha llevado escribir la novela, documentarte e investigar?
La documentación me llevó varios meses, de ahí me puse a escribir y a la vez seguí documentándome. Tienes que estar muy inmersa en una época. En total ha sido un año y medio dedicado a la novela.
¿Qué te resultó más difícil a la hora de enfrentarte a este proyecto?
Lo más difícil fue lo que no podía poner, porque es tan apasionante y pasan tantas cosas que la dificultad es pensar qué dejas fuera. Me costó bastante en ese sentido, ya que tienes que contar mucho pero no abrumar al lector con datos, con cifras y al mismo tiempo no puedes contarlo todo porque sino sería muy largo y pesado de leer.
¿Qué te ha aportado escribir ´El testigo invisible´?
Lo he pasado fenomenal realizando la investigación, he aprendido muchísimo, una cantidad de cosas que creía que sabía y en realidad no sabía nada. Y además es precioso meterme bien en el alma de los personajes rusos, son muy apasionados, como los españoles pero elevados al cubo, tanto en virtudes como en defectos.
¿Hay alguien que te haya ayudado especialmente en esta labor de investigación y escritura?
Ha sido de mucha ayuda tener un corrector histórico, tenía miedo de meter la pata. Cuando lo tuve terminado le pasé el texto para que me dijera si había incorrecciones históricas, en fechas, etcétera. Pero por suerte no hubo mucho que corregir.
¿Con qué personaje te quedas?
De los reales me quedo con Rasputín, a pesar de que es un personaje con un aura negativa, me parece apasionante porque era muy inteligente, un hombre muy primitivo, pero con mucha intuición, y con una inteligencia natural muy grande.
Y de los ficticios me gusta Yuri, el enano. Los niños cuentan la historia de que los deshollinadores eran niños ya que eran los únicos que cabían por esos huecos y lo ven todo a través de las rejillas. Este niño tiene un compañero, un enano llamado Yuri que siempre puede ser un deshollinador porque no crece, este chico además es el hijo bastardo de un noble y es el que inicia a Leonid, le enseña y le lleva.
¿Qué crees qué conquistará al lector de esta historia?
Espero que el lector entre para averiguar lo que pasa en la revolución rusa y luego le guste y le enganche la historia de amor que cuenta.