Una vida apasionada
Una vida apasionada
Cuenta Carmen Posadas que siendo niña descubrió un retrato de Teresa Cabarrús con esta inscripción: “Espía y aventurera española que logró acabar con el Terror en la Revolución francesa. Rea de la guillotina, amante de asesinos y de futuros emperadores, fue también marquesa, revolucionaria, princesa y madre de diez hijos”. Desde entonces confiesa que ha tenido interés por la vida de esta mujer que vivió los años que supusieron el cambio de los siglos XVIII al XIX.
Fue una época turbulenta de la historia, que coincide con el inicio de la modernidad tras la Revolución francesa; los años trágicos del Terror en los que Robespierre impuso una de las etapas más sangrientas de la historia; a la que seguiría la época vitalista y desenfrenada del Directorio; y el imperio de Napoleón, que quiso transformar el mapa de Europa. En medio de todos esos acontecimientos transcurrió la vida de una mujer que había nacido en Carabanchel Alto en 1773 y se llamaba Teresa Cabarrús.
Este libro es su autobiografía novelada, aunque sólo de unos años nada más: los veintiséis primeros de su vida. Comienza recordando la víspera del día previsto para ser ejecutada en la guillotina. Está en París, en la prisión de La Force y ensaya el gesto de dignidad con el que se acercará al patíbulo. Por supuesto, llevando puestas dos camisas para que el frío de la mañana no la haga temblar y no pueda ser interpretado como una señal de miedo.
Desde ahí va a recordar de una forma cronológica los años de su infancia, el traslado a París, su matrimonio de conveniencia a la edad de catorce años con el marqués de Fontenay, los años de fiestas derrochadoras en los salones palaciegos y también los más crueles de la revolución, que convirtieron durante un tiempo los sueños de libertad en una pesadilla. Lo que se cuenta en la novela son los años más escandalosos y aventureros de la vida de Teresa Cabarrús, en los que esta mujer hermosa se movía como una diosa pagana por los salones de Burdeos y de París.
Libro bien documentado
El libro está muy documentado. Reproduce cartas auténticas y muchas anécdotas verídicas. La época es una de las que más testimonios históricos han prevalecido. Y la autora reproduce con fidelidad los ambientes sociales y los personajes de aquel tiempo. Esta característica es uno de los atractivos de esta obra; pero no es el único de una novela que está muy bien escrita y seduce al lector desde el principio.
La personalidad de Teresa Cabarrús está dotada de todos los ingredientes para protagonizar una novela que es al mismo tiempo histórica, biográfica y pasional. Porque ella fue cortesana y frívola, amante de las fiestas lujosas, mujer libertina que algunos calificaron como prostituta de lujo, amiga de la emperatriz Josefina, con quien compartió celda y sentencia de muerte, y vivió siempre en el huracán del poder. Pero fue también una mujer con recursos, que salvó de la guillotina a muchos condenados a muerte en esos años turbios.
Su vida tuvo también otra cara más privada y tranquila: la de esposa y madre, cuando vivió ya alejada de la Corte. Y eso es lo que rememora la hija de Cabarrús en las últimas páginas de este libro titulado simbólicamente La cinta roja. Porque los condenados a ser ejecutados con la guillotina solían atarse al cuello una cinta que simbolizaba el tajo de la cuchilla. A esa cinta roja es a la que se refiere el título de esta novela.
fuente: diariodenavarra.es