Yo exijo
Hace unas semanas una joven norteamericana, de nombre Mia Merrill, visitó el museo Metropolitan de Nueva York (Met) y salió espeluznada. Acababa de ver el cuadro de Balthus titulado Teresa soñando en el que aparece a una niña pre adolescente sentada en una silla con una pierna flexionada de tal forma que deja al descubierto su ropa interior. “Exijo”, declaró la señora Merrill en las redes sociales, “que se retire esta obra de inmediato porque incita a la pedofilia”. Acto seguido organizó una recogida de firmas que, en solo tres días, consiguió la adhesión de otras 9.000 personas tan indignadas como ella. El Met, que por lo visto ya había vivido un episodio similar años atrás en torno a una exposición de Renoir y que le causó enormes problemas, se alarmó porque , según dijo su director “Desde que se desató el escándalo Weinstein, las sensibilidades femeninas están a flor de piel y hay que ser muy cuidadoso”. Ignoro si, a estas alturas, el cuadro en cuestión habrá sido expulsado a las tinieblas exteriores, todo es posible, pero de la noticia me sorprenden dos cosas. La primera es la ignorancia supina que denota. ¿Sería esta la primera vez que los ojos de la señora Mia Merrill tropezaban con la archiconocida obra de Balthus? ¿Nunca antes había estado en un museo? Alguien tendría que alertarla sobre los peligros de visitar este tipo de establecimientos que, por lo general, están llenos de desnudos, de muertes violentas y de todo tipo de horrores políticamente incorrectos. Alguien tendría que alertar también a la señora Merrill de que, si se pone uno a ver obras de arte con ojos de talibán, no se salva de la hoguera ni La Anunciación de Fra Angelico. La segunda cosa que me llama la atención de la noticia tiene que ver con un verbo que de un tiempo a esta parte se conjuga a todas horas y en todas partes. Hoy en día ya nadie solicita, requiere, insta, pide, ruega, sugiere o recomienda, hoy todo se exige. No hay más que abrir el periódico por cualquiera de sus páginas y ver cuáles son las exigencias del día. Los independentistas, por ejemplo, exigen “la liberación inmediata de los presos políticos”. Las feministas exigen que se suprima del diccionario y de forma inmediata la expresión sexo débil. Puigdemont exige reunirse con Rajoy en Bruselas o en algún otro lugar de Europa para “dialogar”. Recuerdo ahora una campaña del Ayuntamiento de Valencia en la que se denunciaban los juguetes sexistas y exigían que se hiciera inmediatamente algo al respecto. Esta última exigencia era mi favorita e iba acompañada de un texto inspirador: “ No tengo descanso” decía un muñeco vestido con ropa de camuflaje. “Me paso las 24 horas del día en estado de alerta. Sé que estoy hecho para la acción, pero sueño con pasar un día cocinando o darme un baño de espuma”- “Las chicas también tienen pies. ¿Por qué no me hacen caso?” pregunta por su parte y desolada una pelota.
¿En qué momento pasamos de abogar, de trabajar para convencer o simplemente pedir o solicitar algo al “Yo exijo”? Curioso realmente en un tiempo en el que todo el mundo tiene derechos pero ninguno tiene obligaciones. Sin embargo lo más notable del caso a mi modo de ver es que lo que se exige es, si se fijan, imposible de conceder. ¿Se dedicará el Metropolitan de ahora en adelante a pintar velos que tapen las partes pudendas de sus cuadros como hizo Pio IV con las figuras de la Capilla Sixtina allá por 1564? ¿Puede la Real Academia hacer por la expresión “sexo débil” algo más que lo que ya ha hecho un par de semanas atrás: en vez de suprimirla, añadir una entrada que especifique que se usa “con intención despectiva?” ¿Es realista pensar que Rajoy se reunirá con Puigdemont fuera de España porque él así lo exige? En cuanto a la idea de prohibir los juguetes sexistas, casi me da la risa. Tengo cinco nietos. Mis nietas Carmen y Mariana juegan a la pelota tan bien o mejor que su hermano Martín y hasta aquí voy bien con la “exigencia” del ayuntamiento. Pero no sé por qué me da que, si se me ocurriese meter al súper héroe de Lego de mis nietos Jaime o Luis en un baño de espuma o sugerirles que juguemos con él en plan Popea, me mirarían como si me hubiera dado un aire. No, ya sé. Siguiendo la tónica general, lo más probable es que me exigieran que dejara de inmediato de decir chorradas. Y tendrían toda la razón las criaturas.
Como siempre, de acuerdo con el artículo. Hay que cambiar muchas cosas pero no debemos exagerarlo todo y llevarlo a extremos. El arte es arte y la libertad para poder expresarse en él es bonita, el lenguaje tiene palabras neutras a las que le ponemos delante el artículo para determinar su género y cambiando eso no mejoramos nada. Por supuesto no se debe exigir tanto y se debe solicitar más.
Gracias por otro artículo más que lleva a reflexionar, pensar y al debate.
Sí, es cierto. A veces deberíamos todos cambiar el «exijo» por otro más conciliador. Me di cuenta el otro día cuando leí que Rajoy exigía democracia para Venezuela. Curiosa exigencia de alguien que no permite que en su país la gente vote para decidir si un territorio se puede independizar.
Totalmente de acuerdo contigo, Carmen!
Exigir e exigir é um autêntico exagero destes tempos! E então se estamos perante quadros ou pinturas de autores famosos em que aparece o nu, vamos exigir o quê? Que se destruam? Que sejamos privados de admirar a beleza desses quadros?
A arte é beleza, não esqueçamos!
Buenas tardes… vivimos tiempos de mucha incertidumbre en donde se mezclan cosas como en una olla… que recibiera Salmón, Cordero, Conejo, Clavos Oxidados y Berenjenas al Vino Invisible… por decir un disparate… y es que la Globalización está pasando factura… porque una cosa es integrar valores culturales y/o religiosos… y la otra pretender que Chamanería… Ciencia… Esoterismo… y toda clase de Sugestiones… elevadas a la categoría de Realidad… sean la Normalidad y la Moneda de Cambio entre las personas…
Lo que digo no tiene apariencia de tener relación alguna con los Museos… el Arte… y… la Contemplación del Mismo… Permitirme decir que si tiene que ver con una especie de aceptación de un Relativismo que lo es para el Individuo considerado aisladamente… pero que en su Relación hacia los demás… se convierte en toda Suerte de Intransigencias…
Todo esto en el fondo obedece a Ingeniería Social… y no es nada inocente… Hay un equipo Humano de Cabrones… perdón por la expresión… que pagan por diseñar mentes que mezclan todo y confunden todo… y para ello utilizan resortes que inclinan a las masas humanas a rebuznar sin ser burros…
Lo siento es mi visión… y Dios quiera que tenga que cambiarla… pero lo que El Apóstol Pablo dijo en el Orden Espiritual… refiriéndose a los cristianos… de que «Nuestra lucha no es contra enemigos de carne y hueso… sino contra potestades y principados del aire»… puede aplicarse aun siendo Ateo… a cosas que suceden en la Sociedad… donde hilos invisibles movidos por Intereses de logias… con un Ejercito de Ingenieros Sociales a Sueldo… están creando un Ejercito creciente de descerebrados…
Thanks so much for the post.Much thanks again. Really Cool.
Muchas gracias por vuestros comentarios, me encanta que estemos de acuerdo y también leo con mucho interés los comentarios que están en desacuerdo con mis artículos
Un abrazo
Ahora todo el mundo se siente con derecho a reclamar, pero la verdad es que lo de las bragas de la niña no me parece bien. Un saludo.